Georg Trakl en el
ocaso
Un rostro púrpura se ciñe al abrazo
calcinado de la noche.
El espíritu oscuro de los bosques,
las sombras venenosas,
el grito moribundo de los guerreros
otoñales,
cubren de opio el azulado cuerpo de
espino.
Aletean los murciélagos alrededor
del joven que sueña.
Se escucha un lamento crepuscular.
El niño Elis le besa la frente
sangrante
y la hermana juega con alcoholes
mortíferos,
deambulando entre los catres del
centro hospitalario.
Qué luna más amarga. Cuánto silencio
sobrevive
en el canto último del mirlo.
Tierra negra amasa una música
nocturna
y se extingue un corazón huérfano de
flores amarillas.
La tumba aguarda a los ángeles
caídos;
un venado azul corre en delirio a la
primavera.
Henry
Alexander Gómez,
del
libro Memorial del árbol (2012)
2 comentarios:
Excelente poema :). Amo la poesía de Trakl.
Ese misterioso Elis aparece en otros poemas de Trakl. De hecho, mi favorito es "An den Knaben Elis" (Al niño Elis). Los más bellos poemas suyos están contenidos en el libro "Sebastian im Traum".
Trakl es mi poeta favorito en lengua alemana.
Alberto.
Mi blog: www.cineyliteraturamiticos.blogspot.com
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